El caso implica a Nir Hefetz, un estrecho colaborador de Netanyahu y su portavoz personal, quien en 2015 ofreció a la exjueza Hila Gerstl, a través de un intermediario, el cargo de fiscal general a cambio de que la jueza cerrara un caso en el que estaba implicada Sara Netanyahu, esposa del primer ministro.
Por su parte, Nir Hefetz, que está detenido desde el 19 de febrero mientras la policía investiga otros casos de corrupción relacionados con Netanyahu, negó enfáticamente cualquier implicación en el nuevo caso.
La exjueza Gerstl rechazó categóricamente el ofrecimiento y el cargo de fiscal general acabó en manos de Avichai Mandelblit en febrero de 2016.
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Mandelblit fue antes un estrecho colaborador de Netanyahu y en la actualidad está estudiando los informes policiales que acusan al primer ministro de corrupción, solo él puede decidir si se procesa o no a Netanyahu.
Netanyahu calificó de "alucinación" el supuesto ofrecimiento de Hefetz a la exjueza Gerstl, y añadió que no concebía una cosa así.
Sin embargo, cuando se produjeron estos hechos, la exjueza Gerstl, informó de los mismos a una magistrada del Tribunal Supremo.