"Vamos a ver qué política macroeconómica aplicará el nuevo Gobierno de Rusia tras las elecciones, confiamos por supuesto en que las compañías rusas e internacionales tengan la posibilidad de desarrollar sus negocios", señaló.
También expresó la esperanza de que surjan nuevos estímulos para hacer inversiones en Rusia y potenciar la competencia entre los agentes económicos.
Al constatar la reactivación de la economía rusa, Russel lo atribuyó a la buena política financiera y monetaria que aplica el Banco Central de Rusia, en particular a la flexible tasa de cambio del rublo.
Entre los miembros del Consejo de Negocios ruso-estadounidense figuran tanto compañías recogidas en la lista Fortune Global 500 como las de especialización más estrecha, estadounidenses y rusas.