"No puedo evitar mencionar la situación en la vecina Ucrania, que también ha sido víctima de experimentos geopolíticos muy peligrosos. Las figuras que llegaron al poder como resultado de un golpe de Estado intentan abrir una brecha entre los dos pueblos hermanos", señaló Lavrov.
Asimismo, agregó que la Iglesia ortodoxa ucraniana se encuentra en una situación difícil tras el golpe en Kiev. Según el político ruso, es atacada regularmente por los radicales, quienes tienen una actitud negativa hacia la Iglesia ortodoxa rusa.
Lavrov subrayó que Moscú ha pedido reiteradamente a la UE y a la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) que reaccionen ante las acciones llevadas a cabo por Kiev para oprimir a los fieles, pero hasta ahora no ha habido respuesta.
Anteriormente, el presidente ruso, Vladímir Putin, sostuvo que la historia de Rusia y Ucrania muestra que son la misma nación.