El general Dominique Trinquand, antiguo jefe de la misión gala en la ONU, comentó la situación en una entrevista a Sputnik.
Las duras declaraciones de Ankara respecto a Francia no deben influir en las relaciones bilaterales. Sin embargo, existe un problema mayor: el de las relaciones Turquía-OTAN, declaró Trinquand.
"La solicitud de Francia de convocar al Consejo de Seguridad de la ONU tiene razones adicionales. La operación turca contra los kurdos en el territorio de Siria solo es una parte del problema", prosiguió el militar.
"Participamos en el proceso que debe llevar a la instauración de la paz en Siria, lugar que todavía está muy lejos de ella. El problema turco-kurdo en el norte de Siria es uno de los temas que serán abordados", agregó el entrevistado.
"No va a haber ninguna ruptura en las relaciones. La reacción brusca de Turquía a todo lo que tiene que ver con los kurdos es bien sabida. Es la posición otomana, pero no la del mundo entero. Los kurdos formaban parte de la coalición que luchaba contra Daesh y son parte integrante de la Siria que emergió tras la guerra", manifestó.
Cada vez que los kurdos participan en algún proceso político, los otomanos lo consideran una movilización contra Turquía, pero en realidad no es así, añadió el entrevistado.
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"Existe un problema serio que tendrá que ser planteado tarde o temprano. El país que se convierte en agresor, en particular en Siria, lo hace en contra de sus aliados de la OTAN y socava la paz. Este asunto ha de ser puesto sobre la mesa", subrayó Trinquand.
El ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, había declarado con anterioridad que el país galo iba a solicitar una sesión extraordinaria del consejo de Seguridad de la ONU con el fin de discutir la situación en Siria, y concretamente en Afrín.