La pandemia redujo hasta en un 90% sus ingresos.
"Las cadenas de exhibición han estado haciendo todo lo que es posible para mantener los puestos de trabajo y mantener abiertas las salas" explicó a Sputnik el presidente de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine), Fernando de Fuentes.
Son parte de las estrategias de estas empresas que dependen de los cinéfilos, porque en su conjunto registraban ingresos superiores a los 900 millones de dólares solo en México, a lo que deben agregar sus ingresos en EEUU y los países latinoamericanos en que tienen presencia.
Un mercado gigantesco
México es el cuarto país del mundo con mayores taquillas después de India, China y EEUU.
En 2019, las ventas de entradas de cine llegaron a una cifra récord de 19.050 millones de pesos, es decir, unos 1.000 millones de dólares, con un crecimiento de 13,3% respecto a 2018.
Pero las medidas sanitarias adoptadas a raíz de la pandemia han provocado una caída literalmente de alcances cinematográficos en la venta de boletos.
Tradicionalmente, en un mes promedio en México se vendían unos 70 millones de dólares mensuales en entradas a cine, a lo que las empresas sumaban los ingresos por golosinas, bebidas y facturación de servicios especiales a los espectadores.
Pero hasta finales de octubre, el último mes del cual hay registros, el acumulado anual de boletería vendida en México sólo llegaba a los 9,2 millones de espectadores con un ingreso inferior a los 30 millones de dólares.
Camara lenta
Aunque en noviembre y diciembre se esperan mejores desempeños, el año cerrará con un saldo negativo.
"Los números que arroja este año nos hablan de lo lento que vamos en la reactivación de los cines y de las otras actividades que rodean", señala a esta agencia el presidente de Canacine.
Cinemex, que es uno de los diez mayores exhibidores a nivel mundial: maneja en total 385 complejos en Estados Unidos y México, que suman un total de 3.200 pantallas de proyección.
Pero la disminución de los ingresos llevó a que la compañía buscara nuevas formas de explotar sus salas.
La semana pasada el conglomerado anunció en un comunicado el lanzamiento de "Mi sala Cinemex Gamer", un proyecto en el que trabaja junto con una división de la compañía especializada en diseñar productos para los consumidores de videojuegos.
Este proyecto permitirá que grupos de hasta ocho jugadores utilicen una sala para disfrutar allí de videojuegos en pantalla gigante y con sonidos de alta calidad, por un precio aproximado de 1.600 pesos por sesión (unos 80 dólares), más los consumos adicionales.
La empresa también lanzó en septiembre su primera sala de autocine con un espacio en el sector de Santa Fe, en una zona exclusiva de la capital mexicana.
A un 'click'
Por su parte Cinépolis, que además de América Latina y Estados Unidos opera en India, extendió su plataforma de presentación de espectáculos vía streaming a siete países en América Latina.
"Antes de la pandemia sólo operábamos en México, pero a partir de mayo comenzamos a crecer a otras latitudes y ahora ya estamos en un total de siete países de latinoamérica, utilizando la misma plataforma e infraestructura", señaló a periodistas Marco Antonio García, director de la división que se llama Cinépolis Klic.
La plataforma se utiliza para presentaciones de eventos en directo, incluidas transmisiones de teatro, conciertos y otros espectáculos, pero también incluye una plataforma que permite acceder a estrenos cinematográficos.
Cinepolis cuenta con más de 738 complejos ubicados en 17 países, de ellos 327 están en México, y la firma ha hecho durante la pandemia una fuerte campaña de promoción para encontrar la fidelidad de sus clientes.
Esa campaña incluyó un emotivo mensaje que se popularizó al comienzo de las restricciones por el COVID-19 que llevaron al cierre a las salas de proyección.
"El cine nos enseñó a creer en los finales felices, te vamos a extrañar, cuídate", rezaba el mensaje colocado en letras gigantes en todas las marquesinas de los complejos de Cinepolis.