El ayuntamiento de Río de Janeiro publicó el martes en el Diario Oficial de la ciudad un decreto que permite "la reapertura de las "quadras" (la sede física) de las escuelas de samba en el llamado periodo conservador".
No estarán permitidos los ensayos de Carnaval, que suelen congregar a decenas de músicos y miles de espectadores, pero sí otros eventos como conciertos y comidas populares, siempre con mesas reservadas, distanciamiento social, reserva previa y otros protocolos sanitarios necesarios.
Muchos de estos trabajadores se contratan exclusivamente para preparar los desfiles de Carnaval, y de momento, las escuelas de samba de Río de Janeiro decidieron que los desfiles no podrán realizarse en febrero como es tradición.
Confían en poder aplazarlos a mitad del año en caso de que el calendario de vacunación permita realizar la fiesta con seguridad.
El estado de Río de Janeiro (sureste) es el segundo más afectado de Brasil por la pandemia, con casi 20.000 muertos y 300.000 personas contagiadas.
No obstante, desde hace semanas los contagios se han ido estabilizando, lo que ha permitido la reapertura gradual de la actividad económica, que a falta de los eventos que generan grandes aglomeraciones prácticamente ya ha recuperado la normalidad.