Los pies fríos pueden ser solamente la respuesta natural del cuerpo a la temperatura, pero a veces pueden estar relacionados con una afección médica que necesita tratamiento. Si la condición no está asociada con circunstancias específicas, lo mejor a hacer es someterse a un examen médico, recuerda la neuróloga rusa Irina Lyaskina.
Estas son algunas de las enfermedades que pueden afectar la temperatura de los miembros inferiores.
Mala circulación
La mala circulación puede ser un síntoma de problemas cardíacos o el resultado de una vida sedentaria o de poca actividad física. El tabaquismo también puede afectar la buena circulación de la sangre por nuestro cuerpo.
Anemia
Tener los pies fríos podría indicar que tienes una cantidad disminuida de glóbulos rojos en la sangre, es decir, que padeces anemia. En este caso, las células no alcanzan a realizar completamente el trabajo de llevar oxígeno de los pulmones al resto de su cuerpo, incluidos los pies.
Si bien suele ser tratada con relativa facilidad, a través de cambios en la dieta y del consumo de suplementos, la anemia podría ser el síntoma de alguna enfermedad más grave.
La diabetes podría causar complicaciones que causan la sensación de pies fríos. Una de ellas es la neuropatía periférica, una insuficiencia de los nervios que hace que sientas que los pies están fríos, pese a que tienen una temperatura normal cuando son tocados.
La diabetes también puede causar enfermedad vascular periférica. Esta afección ralentiza o bloquea el flujo sanguíneo a las piernas y los pies. La mala circulación, como ya explicamos, puede resultar en la sensación de pies fríos.
Hipotiroidismo
El hipotiroidismo es un problema en el sistema endócrino que hace que las hormonas tiroideas no trabajen de manera adecuada o que haya una producción deficiente en la glándula tiroides. Esto interfiere con el metabolismo del cuerpo.
Dado que el metabolismo es el responsable de controlar tanto la frecuencia cardíaca como la temperatura corporal, problemas en este sentido podrían contribuir a una circulación reducida y, por ende, a pies más fríos.
Fenómeno de Raynaud
Este trastorno hace que el cuerpo reaccione de forma exagerada al frío. Cuando la temperatura baja, los dedos de las manos y de los pies pueden sentirse adormecidos y congelados. Pueden, incluso, cambiar de color, volviéndose extremandamente pálidos, e incluso ganar tonos azulados.
Estas son algunas de las principales razones por las cuales podrías sentir tus pies fríos. Lo más recomendable, si a menudo sientes que se te van a congelar los miembros inferiores, es buscar ayuda médica para un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.