Acceder a una playa con un auto nunca es buena idea, se trate de un deportivo de alta gama o no. Sin embargo, llegada la situación, siempre es mejor pensar con detenimiento cómo proceder y no hacer lo primero que venga a la mente.
Los dueños de este Maserati Ghibli no tuvieron mucha destreza al permitir ser remolcados de esta manera. Los coches tienen un punto de remolque que está diseñado de manera que la tracción que se produce al tirar de la carrocería no provoque ningún destrozo.
El resultado es pésimo: el Maserati se queda sin su parte delantera, y la cuerda que pretendía remolcarlo se rompe en un abrir y cerrar de ojos. No sabemos cómo saldría de allí el vehículo. Lo que está claro es que quien se encuentre en una situación similar no debería nunca intentar nada parecido.