Nunca antes se había registrado una forma tan espantosa de alimentarse entre las serpientes, ya que suelen tragarse a su presa entera.
El equipo de investigadores danés-tailandés dirigido por Henrik Bringsoe ha documentado en tres ocasiones la horrorífica interacción de las serpientes Kukri con sus presas. Cada vez, el sapo se defendía desesperadamente pero siempre terminaba destripado. Los resultados del estudio fueron publicados en la revista Herpetozoa.
La duración de la tortura puede variar dependiendo de qué órgano la serpiente extrae primero y en algunos casos duró varias horas.
"Le agradaría saber que las serpientes Kukri son, afortunadamente, inofensivas para los humanos", bromea el jefe de la investigación, Henrik Bringsoe.
Sin embargo, afirma que las Kukri tienen un fuerte agente anticoagulante que inyectan con su mordida. Esto puede obstruir el flujo sanguíneo de la víctima.
Las desafortunadas víctimas de Kukri son en su mayoría los sapos asiáticos con manchas negras, Duttaphrynus melanostictus. Son famosos por una potente toxina que se excreta de las glándulas del cuello y la espalda. Por lo tanto, es posible que las serpientes se adoptaran para evitar este veneno mortal.
Los científicos todavía no pueden decir con certeza el por qué se comportan así.
"En la actualidad, no podemos responder a ninguna de estas preguntas, pero continuaremos observando e informando sobre estas fascinantes serpientes con la esperanza de descubrir más aspectos interesantes de su biología", dijo Bringsoe en un comunicado.