"Nuestro presidente mantuvo unas conversaciones telefónicas con Macron por iniciativa de Francia, se discutió la situación en el Mediterráneo oriental, las relaciones entre Turquía y Francia y entre Turquía y la UE", dice un comunicado del ente.
Se destaca que Erdogan "subrayó que la causa de los desacuerdos en el Mediterráneo oriental es que los derechos de Turquía y los turcochipriotas se están ignorando", pero "Turquía sigue creyendo que se puede resolver cualquier problema en la mesa de negociaciones".
En este contexto, según la administración, Erdogan enfatizó que un diálogo constructivo y la cooperación de los líderes de la UE respecto a Turquía son muy importantes para resolver problemas regionales.
Por su parte, el Elíseo precisó que Macron saludó el inicio de unas negociaciones preliminares entre Grecia y Turquía, expresando su esperanza de que ese diálogo ayude a reducir las tensiones, y llamó a Turquía a lanzar un diálogo similar con Chipre.
Se añade que Macron pidió a Ankara "respetar plenamente la soberanía de los Estados miembros de la Unión Europea y el derecho internacional, abstenerse de cualquier nueva acción unilateral que pueda provocar una tensión" en el Mediterráneo.
Macron "también instó a Turquía que cumpla plenamente con el embargo de armas para Libia dentro del marco determinado por la ONU, así como con los intereses de seguridad de los aliados en Siria", dice el comunicado.
En agosto pasado, se deterioraron las relaciones entre Turquía y Grecia, después de que Ankara informó que su buque Oruc Reis comenzaba las exploraciones sísmicas en el este del Mediterráneo, un área que Grecia considera su zona económica exclusiva.
Poco después Grecia puso a sus Fuerzas Armadas en alerta máxima.
Los barcos turcos también buscan gas en un área del Mediterráneo que Chipre ve como su zona económica exclusiva.