"Las conversaciones sobre el acuerdo que establece las prioridades de la cooperación entre la Unión Europea y Bielorrusia deben ser suspendidas hasta que ese país celebre unas elecciones libres y justas", indican las recomendaciones.
Se destaca que las recomendaciones de la AFET se someterán más tarde a votación en la plenaria del Parlamento Europeo.
Según se había informado, Lituania pone trabas a la firma del acuerdo debido a que Bielorrusia construye una central nuclear cerca de la frontera con ese país báltico.
Las recomendaciones aprobadas en las reuniones de los eurodiputados no son vinculantes, pero pueden servir de base para las ulteriores decisiones adoptadas por los órganos ejecutivos de la Unión Europea.
La ayuda de Rusia
A su vez, el alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, considera que Rusia puede contribuir al establecimiento de un diálogo interno en Bielorrusia, y prevé continuar contactando con Moscú sobre el tema.
Rusia "puede ayudar a convencer a las autoridades de Bielorrusia de entablar un diálogo con los grupos prodemócratas", dijo Borrell.
El jefe de la diplomacia europea destacó "los lazos históricos, políticos y culturales [que hay] entre Bielorrusia y Rusia".
"Es por eso que en mis contactos regulares con el ministro de Exteriores ruso, [Serguéi] Lavrov, he subrayado la posición de principio de la UE de respetar la soberanía y la independencia de Bielorrusia, no estamos imponiendo nada a nadie", enfatizó.
Borrell dijo haber pedido a "Rusia adoptar la misma postura y evitar una interferencia externa".
"Continuaré discutiendo estos temas con las autoridades rusas en los próximos días y semanas", concluyó.
Está previsto que la lista de unos 40 bielorrusos que podrían ser sancionados, vuelva a examinarse en la cumbre europea programada para los días 24 y 25 de septiembre, y que las sanciones, si se adoptan por unanimidad, puedan recibir la luz verde durante el próximo encuentro del Сonsejo de Asuntos Exteriores de la UE.
En Bielorrusia continúan las protestas por el escrutinio de las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que otorgaron el sexto mandato a Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exigió una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
Además, la oposición formó el Consejo de Coordinación para allanar el camino a las nuevas elecciones generales, y en respuesta las autoridades bielorrusas abrieron un expediente penal contra esta organización por supuestos planes de derrocar el poder.