En un comunicado, este organismo estatal resaltó que, de los 207,1 millones de habitantes estimados en Brasil en ese momento, "84,9 millones habitaban domicilios con algún grado de inseguridad alimentaria".
El IBGE define la inseguridad alimentaria leve (IA Leve) cuando la calidad de la alimentación ya está comprometida y los adultos asumen estrategias para mantener una cantidad mínima de alimentos disponibles; 56 millones de brasileños estaban en esta franja.
En las casas con inseguridad alimentaria moderada (IA Moderada) sus habitantes, sobre todo los adultos, conviven con restricciones cuantitativas de alimentos, una situación que vivían 18,6 millones de brasileños.
El dato de 2017-2018 aún refleja las consecuencias de la crisis económica de los años anteriores, cuando Brasil entró en recesión, ya que las cifras sobre seguridad alimentaria son los peores desde 2004.
En ese año, la primera vez que se realizó el mismo estudio con la misma metodología, el 65,1% de los domicilios brasileños estaba en condiciones de seguridad alimentaria, porcentaje que fue subiendo en años posteriores hasta 2013.
En 2009 pasó al 69,8% y en 2013 el 77,4% de casas de Brasil sentía tranquilidad en relación a la comida; el porcentaje cayó bruscamente en 2017-2018, hasta el 63,3% de los domicilios.