Unos 64.200 millones de metros cúbicos de GNL regasificado —devuelto a su estado de gas— llegaron a la UE desde principios de año hasta el 12 de septiembre, lo cual supone una reducción del 3,9% en comparación con el año pasado, según datos de los operadores europeos de los terminales del GNL.
Así, en agosto la actividad en casi todas las plantas americanas del GNL, excepto en Dominion Cove Point, estaba muy por debajo del 50%. A finales de agosto, las fábricas en el golfo de México dejaron de funcionar debido al huracán Laura.
No obstante, se espera que las plantas estadounidenses alcancen un nivel de producción cercano al planeado para octubre. La agencia informativa Platts estima que en septiembre los clientes solo renunciaron a unos diez envíos de gas, mientras que en julio la cantidad fue de 50. El Departamento de Energía de EEUU estima que la producción volverá a la normalidad en noviembre y que se mantendrá alrededor de los 255 millones de metros cúbicos diarios.
Mientras tanto, el costo del GNL en Asia es ligeramente superior, lo que estimula la llegada de volúmenes adicionales allí y no a Europa, donde ni siquiera hay sitio para almacenar el combustible; los almacenes subterráneos ya están casi al 93% de su capacidad. Sin embargo, a medida que aumenten las entregas es probable que los precios también se equilibren, lo que podría dar lugar a suministros significativos de GNL a Europa a finales del año.