"La OIG tomó conocimiento, a través de cuestionarios y entrevistas a los empleados, de que el embajador a veces hacía comentarios inapropiados o insensibles sobre temas que generalmente se consideran sensibles en la Comisión para la Igualdad de Oportunidades de Empleo (EEOC por sus siglas en inglés), como la religión, el sexo o el color de piel", dice el informe de la oficina.
Según la ley estadounidense, los comentarios ofensivos o despectivos basados en la raza, el sexo o la religión de una persona pueden crear un entorno de trabajo ofensivo y potencialmente conducir a una violación de las leyes de la EEOC.
El informe de la OIG dice que encontró que el estilo de trabajo exigente y duro del embajador Johnson tuvo un efecto negativo en la moral de algunos miembros del personal de la misión diplomática de EEUU en el Reino Unido.