"El objetivo de este diálogo es confirmar la fecha electoral y suspender los bloqueos que están impidiendo el paso de oxígeno para los pacientes con COVID-19. Y por eso, es un diálogo por la vida", dijo la gobernante en su convocatoria divulgada este 7 de agosto por el Palacio de Gobierno.
La iniciativa surgió luego de tres días sucesivos de amenazas gubernamentales de intervención a los bloqueos de carreteras iniciados el 3 de agosto como parte de la huelga nacional declarada por la Central Obrera Boliviana en demanda de elecciones a corto plazo.
El encuentro, fijado para el 9 de agosto en el Palacio de Gobierno, buscaría una salida al conflicto provocado por la reciente postergación, hasta el 18 de octubre, de las elecciones convocadas para reponer el orden constitucional roto por el derrocamiento de Evo Morales (2006-2019).
Para los sindicatos el 18 de octubre es una fecha muy lejana, pero para el Gobierno está demasiado cerca y sería una fecha de alto riesgo por la pandemia.
La huelga de la COB, y especialmente los bloqueos de rutas principales y secundarias, se han erigido en un fuerte desafío al Gobierno de Áñez y al TSE, con efectos en la actividad económica y en el combate a la pandemia de COVID-19.
El 8 de agosto había más de un centenar de puntos de bloqueo en carreteras de los nueve departamentos, iniciados por sindicatos campesinos y reforzados en las últimas horas por mineros y organizaciones urbanas de vecinos, según medios locales.
Aunque los bloqueadores permitieron desde el 6 de agosto el paso de vehículos con diversos insumos médicos, el ministro de Gobierno, Arturo Murillo, dijo que persistía una peligrosa escasez de oxígeno y responsabilizó a los líderes de la protesta por un aumento de decesos entre los pacientes de covid-19.
El líder de la COB, Juan Carlos Huarachi, replicó que la escasez de medicamentos, oxígeno y otros materiales sanitarios era un problema que el Gobierno no podía resolver desde marzo, y no causado por los bloqueos.
Sobre el día de las elecciones, motivo original de las protestas, el dirigente sindical lamentó que el TSE no haya aceptado "ni volver a la fecha del 6 de septiembre, ni dar plenas garantías de que se cumplirá efectivamente la fecha del 18 de octubre".
Los comicios estaban convocados en principio para el 3 de mayo y fueron pospuestos sucesivamente para el 2 de agosto y el 6 de septiembre, a causa de la pandemia.
Según el calendario electoral más reciente publicado por el TSE, la posesión del nuevo gobierno democrático se realizará en diciembre, lo que significaría que Áñez estará más de un año en el poder, en vez de los tres meses de transición que manda la Constitución.