"Tanto las escuelas de samba como los blocos carnavalescos entendieron que es inviable organizar el carnaval para febrero del año que viene", explicó en rueda de prensa el alcalde de Sao Paulo, Bruno Covas.
La alcaldía baraja ahora algunas fechas alternativas: podría ser en mayo o julio de 2021, pero no en junio, para que no coincida con las fiestas de San Juan, muy populares sobre todo en el noreste del país.
Los desfiles de estas comparsas congregaron el año pasado durante tres semanas a más de 15 millones de personas en las calles, generando en la ciudad un impacto económico de más de 2.750 millones de reales (más de 530 millones de dólares), según el ayuntamiento.
Históricamente, la ciudad de Sao Paulo no tenía un carnaval callejero tan popular como otras capitales brasileñas, como Río de Janeiro (sureste) o Salvador de Bahía y Recife (noreste), pero en los últimos años creció enormemente y ya es el mayor del país.
El resto de las ciudades también estudian cancelar o aplazar el carnaval; las escuelas de samba de Río de Janeiro lo decidirán en septiembre, y el alcalde de Salvador, Antônio Carlos Magalhães Neto, aseguró que es imposible realizar la fiesta hasta que no haya una vacuna.
También se supo este 24 de julio que el circuito de Interlagos Sao Paulo se queda fuera del calendario de 2020 de la Fórmula 1; la organización decidió cancelar todas las sedes de América por seguridad.
Sao Paulo es el estado brasileño más afectado por la pandemia, con casi 21.000 muertos y más de 450.000 infectados, a pesar de que los índices de muertes y contagios se están estabilizando en las últimas semanas, sobre todo en la capital.