El equipo de científicos encontró una serie de artefactos que parecían estar relacionados con arreos de renos. La datación por radiocarbono ha determinado que tienen unos 2.000 años de antigüedad.
Los nenets contemporáneos que viven en la tundra de la península de Yamal, cerca del círculo polar ártico, examinaron las réplicas de los artefactos y las identificaron como una especie de arneses para entrenar a los jóvenes renos en el tiro de trineos.
"No teníamos muy claro qué eran estos artefactos, para qué eran o cómo funcionaban", explicó Robert Losey.
Estudios anteriores han sugerido que la domesticación de los renos comenzó hace solo unos pocos cientos de años en el norte de Europa, quizás ya en el siglo XI en el norte de Siberia, basándose en la evidencia de los cambios genéticos en los renos, reveló Losey.
"El animal aprendería una vez que se le pusiera el arnés a dejar de resistirse; entonces podría cambiar el equipo de entrenamiento y utilizar un juego de arneses más sencillo destinado a un uso más prolongado", señaló Losey.
En su estudio, publicado en el Journal of Archaeological Method and Theory, Losey argumentó que los antropólogos han tendido a centrarse demasiado en los cambios en los cuerpos de los animales como prueba de una domesticación.
Igualmente importante es comprender la relación entre los seres humanos y los animales en cuestión, argumentaron los autores del estudio, ya que la domesticación "no estará necesariamente marcada por un cambio morfológico o genético detectable".
"La domesticación es una relación entre el hombre y el animal que implica prácticas, materiales, socialización y, como destacamos aquí, capacitación mutua", escribieron.
"Tenemos que buscar pruebas de todas las partes del proceso de domesticación: los cambios corporales, pero también los materiales que las personas utilizan para trabajar con los animales y entrenarlos para que vivan en ese entorno doméstico concreto", afirmó Losey.
Añadió que consultar con los pueblos indígenas sobre cómo se pueden haber utilizado los objetos materiales también ayudará a "descolonizar la práctica arqueológica" y a crear "nuevas oportunidades de colaboración y nuevas y profundas ideas sobre el pasado".
La domesticación de renos dio a los humanos la oportunidad de explorar el Norte. Estos animales se convirtieron en un transporte imprescindible en las latitudes donde la temperatura puede caer por debajo de -50 ° С. La carne, pieles, leche y cuernos de los renos todavía se usan en la vida domestica de los indígenas del Ártico.