Para ello, el canal NHK ha realizado un experimento. Su objetivo era demostrar cómo se habría expandido el virus en el Diamond Princess. Este crucero fue uno de los primeros focos de coronavirus en Japón y sus pasajeros pasaron dos semanas de cuarentena en el interior del navío, atracado en el puerto de Yokohama. Un barco en el que se detectaron más de 700 casos entre las 2.000 personas a bordo, de las que 13 fallecieron.
クルーズ船で感染拡大を招いたとされる接触感染がどのようにして起きるのか、NHKが専門家と共同で実験を行ったところ、ウイルスに見立てた塗料は多数の人が触るものを介して広がることが確認されました。https://t.co/exeyyRXQiD pic.twitter.com/NCHGyJyXRw
— NHKニュース (@nhk_news) May 8, 2020
Estos contagios pudieron producirse en las zonas de restauración del barco, por lo que NHK decidió reproducir la típica zona de buffet existente en muchos cruceros y hoteles. Asesorado por expertos, el canal escogió a 10 participantes y seleccionó a uno de ellos como primer infectado. A este se le aplicaba un líquido invisible en las manos, que se hacía visible bajo una luz especial.
Este líquido fluorescente no habría llegado a ningún lugar si las manos del contagiado hubieses estado limpias. Por este motivo, desde la aparición del coronavirus, la Organización Mundial de la Salud pidió a la población lavarse las manos con agua y jabón a menudo. Una recomendación que también han lanzado la mayoría de países.
A esto habría que unir una serie de medidas de higiene en los locales de restauración. Por ejemplo, en España, donde hay provincias que ya han abierto las terrazas de bares y restaurantes a un 50% de su capacidad, estas tienen que ofrecer dispensadores de gel desinfectante a sus clientes. Además, se debe evitar el uso de cartas o servilleteros, se optará por mantelería desechable y los elementos auxiliares del servicio, como vajilla, cristalería y cubertería, tendrán que almacenarse en recintos cerrados, lejos del paso de clientes y trabajadores.