Según Alfredo Rey Córdoba, gran experto en derecho espacial, se trata de una clara violación de las normas que rigen la actividad humana en el espacio ultraterrestre.
Señaló que ese documento —que fue firmado y ratificado también por EEUU— establece particularmente que "el espacio ultraterrestre, incluida la Luna y otros cuerpos celestes, es un patrimonio común de la humanidad, no pertenece a nadie", ni tampoco "podrá ser objeto de apropiación nacional por reivindicación de soberanía, uso u ocupación, ni de ninguna otra manera".
El experto —quien se desempeña como profesor de Derecho del Espacio Ultraterrestre y consultor externo en asuntos jurídicos y telecomunicaciones espaciales y satelitales, y cuya trayectoria profesional incluyó cargos como representante permanente alterno de Colombia ante Naciones Unidas— asevera que el llamado Tratado de la Luna, cuyos disposiciones se aplican también a otros cuerpos celestes, establece del mismo modo que sus recursos naturales son patrimonio común de la humanidad.
Recalcó al mismo tiempo que el interés hacia recursos naturales en el espacio ultraterrestre es comprensible y razonable, un tema que surge en gran medida "a raíz de todo el problema del calentamiento global de la Tierra". Puso como ejemplo el helio-3, un gas de características únicas que lo convierten en una potencial alternativa a los combustibles tradicionales que tanto daño están produciendo al planeta.
En este sentido, dijo que al haberse desarrollado la ciencia y la tecnología, sí podrían ser reglamentados los recursos naturales que se encuentran en el espacio, de la misma manera que se hizo con la órbita geoestacionaria.