En el 150 aniversario del natalicio de V.I. Lenin.
A Luis Sepúlveda, hermano, amigo y compañero,
quien nos dejó antes de tiempo
para seguirnos acompañando
con la grandeza de su corazón gigante,
con su generosidad sin límites
y con su consecuencia irreductible.
Desde hace un tiempo vengo diciendo que ya a nadie le debe sorprender que haya presidentes con antecedentes delictivos, asesinos, genocidas, violadores de derechos humanos, narcotraficantes, paramilitares, homofóbicos, racistas o xenófobos. No creo que cualquiera de esas condiciones sea fundamento de asombro. Al revés, ello es consustancial con el sistema capitalista que arrastra todas esas lacras, por lo que poner a uno de los suyos en el más alto lugar de la administración es lo natural.
Pero a esta desgracia se ha venido a sumar una mucho peor y más peligrosa. Desde hace casi un siglo el mundo no se veía inmerso en el peligro de un liderazgo irracional, fuera de control que responde a situaciones de orden subjetivo que la política no puede manejar. Nos enfrentamos a la actuación psicopática de algunos dirigentes, en especial de Donald Trump. Así, tengo la impresión que los instrumentos de la política, la economía y el derecho no son suficientes para dar respuestas a variables que entran en el terreno de lo absurdo, lo insensato y lo disparatado. Se hace necesario recurrir a la psiquiatría y la psicología para ajustar los comportamientos políticos frente a liderazgos como los de Trump y en menor medida Jair Bolsonaro, Sebastián Piñera y Álvaro Uribe que violentan las normas elementales de conducta política transformando el arte de la conducción del Estado en una suma de voluntades fanáticas que se sustentan en el desprecio y el odio a la humanidad. Iván Duque no, Duque es teledirigido por el otro, por eso en Colombia le dicen subpresidente.
Castillero advierte —de la misma manera que lo hicieron todos los especialistas consultados para este artículo— que sin haber podido tener un tratamiento directo con el paciente, "la única manera de tratar de establecer algo semejante a un perfil psicológico es el análisis de sus discursos, sus actos y las ideas que transmitió a través de la escritura".
A partir del estudio de Murray, Castillero hace nueve consideraciones que emergen del estudio de personalidad del líder nazi:
- Egolatría y complejo de Mesías.
- Dificultades para la intimidad.
- Sentimientos de inferioridad y autodesprecio.
- Desprecio hacia la debilidad.
- Perseverancia.
- Carisma y capacidad de manipulación.
- Teatralidad.
- Obsesión por el poder.
- Poca capacidad de empatía.
Consultada al respecto, una profesora jubilada de la escuela de Psicología de la Universidad Central de Venezuela que pidió no ser identificada, opinó que las consideraciones de Castillero pueden ser perfectamente aplicadas para confirmar que la personalidad de Trump es análoga a la de Hitler. Según la exdocente: "Su discurso, comportamiento y sus acciones denotan características similares". Afirmó que el individuo psicópata no es curable ni puede superar la enfermedad. En un caso como este, que refiere a un individuo inteligente y de alto nivel, con carisma y capacidad para engañar y manipular, con abiertas manifestaciones egocéntricas y de baja empatía, generalmente se refiere a personas con serias dificultades para configurar una personalidad estable, necesitan ser reconocidos, porque en la mayoría de las veces no lo han sido en su infancia o juventud y que han padecido carencias afectivas.
Esta biblia para los diagnósticos de trastornos mentales en Estados Unidos establece que "los psicópatas se caracterizan por tener sentimientos de grandeza, ser arrogantes y egoístas. Presumen de una gran importancia hacia ellos mismos y tienden a culpabilizar a los demás de sus fracasos y deficiencias. Fácilmente se aprovechan de los demás utilizando el encanto, la manipulación y el engaño. Sus emociones son superficiales y poco sinceras, y tienen pocos remordimientos cuando causan daño a alguien. Presentan una falta de empatía y son fríos y superficiales".
🇺🇸 Trump vuelve a liarla, ahora con la OMS
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Alicia Pérsico, psicóloga clínica, profesora de la escuela de Psicología de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua (Nicaragua) después de coincidir con Castillero en que para tener un diagnóstico definitivo se debe tratar al paciente para saber qué elementos influyen en un determinado comportamiento, cree sin embargo que sí se pueden detectar comportamientos inadaptados a la sociedad tras la manifestación de exacerbados patrones de desprecio y violación de los derechos de los demás en ciertos individuos, que se relacionan con criterios de trastorno sociópata (antisocial o psicopático ) de la personalidad.
La profesora Pérsico aprecia que cuando una persona de estas características tiene poder, se produce una transformación a través de la cual se siente estar sobre los demás, lo cual es un trastorno grave que influye en las percepciones y en las conductas.
Continúa la académica expresando que en el caso de Trump podría decirse que en Estados Unidos hay un fuerte factor cultural que configura la personalidad de sus ciudadanos resaltando valores de supremacía, que se manifiesta poderosamente en todos los presidentes de Estados Unidos que han sido exponentes de un pensamiento y una conducta distorsionadas, que los ha llevado a creer que tienen un destino en la historia y que son enviados de Dios, lo cual es condición sine qua non para ser presidente.
Berman juzga que ya en los primeros puritanos que llegaron a lo que después sería Estados Unidos existía esa idea de grupo de gente elegida por Dios. En el barco Arabella mientras cruzaban el Atlántico, John Winthrop en 1629 dijo: "Encontraremos que el dios de Israel está entre nosotros…él nos salvará y glorificara puesto que debemos considerar que seremos una ciudad sobre la colina, los ojos de todo el mundo están puestos sobre nosotros".
Dos siglos después, el escritor estadounidense Henry David Thoreau siguió fortaleciendo la idea al afirmar que "si Estados Unidos no fuera el gran pionero occidental al que siguieran otras naciones, entonces el mundo —déjenme repetir esto: el mundo— no tendría un verdadero propósito".
Berman expresa que todo este pensamiento ha tenido una gran influencia en la política exterior de su país porque si se considera que "eres bueno y que el otro es malo, por definición, después tienes que transpolar esa mitología simplista al mundo, y al demonio con la realidad".
Este factor cultural al que se refería la profesora Pérsico, tiene en el caso de Trump una fuerte influencia dadas sus características faranduleras que le permiten proyectarse y sobrevivir en medio de la adversidad.
A los presidentes de Estados Unidos no le importan las personas en el logro de sus objetivos, no son considerados seres humanos que están muriendo, sino bajas. Su discurso solo puede cambiar cuando estas bajas llegan al país (o se producen en el mismo, como ocurrió el 11 de septiembre u hoy, en tiempos de coronavirus) en cajas de madera que son entregadas a sus familiares. Cuando el interés superior es la ganancia y el lucro, no importa que muera gente inferior que no sirve. Es el clásico discurso supremacista presente en Trump, de manera sumergida, pero corriente.
Son típicos atributos del enfermo. En Trump se manifiesta claramente también un rasgo narcisista distorsionador de la realidad que se revela en su idea de grandeza, en su capacidad de manipulación que lleva a mantener a todos preocupados en las cosas pequeñas. Ese delirio lo lleva siempre a anteponer la palabra gran en todo lo que dice: "El gran estado de Nueva York", "la gran industria de Estados Unidos", "los grandes trabajadores del petróleo" y otros sin necesidad de ser usado en términos del lenguaje.
Su discurso no coherente y los continuos cambios en sus convicciones, dan cuenta de una personalidad inestable, lo cual es sumamente peligroso cuando se manejan capacidades y posibilidades que influyen en la vida de millones de personas, en este caso cuando se está hablando del hombre que preside el país más poderoso del planeta.
Para finalizar su descripción escribe que "si Frankenstein decidiera hacer un monstruo montado enteramente de defectos humanos, haría un Trump. Y si ser un idiota fuera un programa de televisión, Trump sería una serie".
Ahora veamos algunas acciones de Trump:
- Manifestó pública felicidad por el incremento de los pacientes contagiados por coronavirus en Irán.
- Aprobó la realización de maniobras militares en Europa, Baréin, Colombia y el Caribe en el momento más álgido del coronavirus en Europa y Estados Unidos. No le interesó saber que la gripe española reportada por primera vez en Fort Riley (Kansas, Estados Unidos) en 1918 fue potenciada por la Primera Guerra Mundial y llevada de América a Europa por un soldado estadounidense.
- Se transformó en el primer presidente que le declara la guerra bacteriológica a sus propias fuerzas armadas si se considera que esta decisión ha significado que además del Theodore Roosevelt, los portaaviones Ronald Reagan, Carl Vinson y Nimitz también tienen casos confirmados de coronavirus.
- Celebró la destitución del jefe del portaviones Theodore Roosevelt que había solicitado que sus marineros pudieran cumplir correctamente la cuarentena.
- Incitó a realizar manifestaciones en contra de los gobernadores demócratas que decretaron cuarentena y distanciamiento social, llamando a "liberar a Minnesota, Michigan y Virginia".
- Determinó arbitrariamente la apertura del comercio y las actividades deportivas cuando todavía el coronavirus se encuentra en su mayor apogeo.
- Amenazó con cerrar el Congreso de su país, si los parlamentarios no aprobaban las propuestas que él había hecho para designar nuevos cargos en la administración.
- Ordenó aprobar en el congreso una ley de apoyo a Taiwán que violenta los acuerdos sobre los que se sustentan las relaciones entre Estados Unidos y China, el mismo día que tuvo una conversación telefónica amistosa con el presidente Xi Jinping.
- Insistió sin pruebas en culpar a China de ser causante de la pandemia y a la OMS de ser cómplice de su propagación.
- Recomendó el uso de la hidroxicloroquina para el tratamiento del virus contra la opinión informada de la OMS y de las propias autoridades de salud de su país, solo porque es accionista del laboratorio francés que produce el fármaco. En Brasil le hicieron caso y se produjeron 11 muertes.
- Ordenó retirar el aporte monetario de Estados Unidos a la OMS en pleno desarrollo de la pandemia.
- Estimuló las compras de armas de los ciudadanos como instrumento de defensa previendo que la pandemia y la crisis que pueda producir generará masas disconformes que asalten los comercios y las viviendas.
Saque usted sus propias conclusiones.