En concreto, la Policía Nacional detuvo a 73 personas y la Guardia Civil arrestó a otras 15, según informaron en rueda de prensa los respectivos responsables de los cuerpos, José Ángel González y Laurentino Ceña.
El director operativo de la Policía Nacional calificó de "normalidad absoluta" la situación en los primeros días tras la activación del estado de alarma, salvo hechos puntuales.
El responsable de la Guardia Civil coincidió en la falta de "incidencias" reseñables en los últimos días, y explicó que todas las detenciones se efectuaron por "un comportamiento de desobediencia grave".
Una de las principales actuaciones de las fuerzas de seguridad españolas fue para intervenir material sanitario o higiénico con el fin de distribuirlo a los hospitales, afectados por un desabastecimiento a causa del creciente número de enfermos.
En las últimas horas se requisaron 69.000 mascarillas, 5.000 gafas protectoras y guantes para ponerlas a disposición del Ministerio de Sanidad.
En días anteriores ya se habían incautado 150.000 mascarillas de una fábrica en Andalucía y otras 13.000 en el aeropuerto de Madrid.
El estado de alarma implica que el Gobierno puede hacer uso de todos los medios de la sanidad privada, además de intervenir u ocupar industrias y fábricas.
Una de las principales tareas de los militares es la de efectuar vigilancia en los lugares propensos a grandes aglomeraciones de personas, como las estaciones de tren, detalló el Jefe del Estado Mayor, Miguel Ángel Villarroya.
Asimismo, el Ejército se ocupa de la desinfección de determinados sitios donde es más fácil contagiarse debido a la afluencia de personas.
Sobre las fuerzas españolas en el exterior, Villarroya informó sobre la suspensión del relevo de 26 militares de la fragata Numancia, que opera en el Índico dentro de la operación Atalanta contra la piratería, al detectarse un positivo por coronavirus.
En materia de transporte público, la directora de Transportes, María José Ralló, destacó la falta de aglomeraciones en el conjunto de España, donde el transporte de viajeros se redujo un 41% y algunos trenes de larga distancia viajaron vacíos.