¿Por qué se celebra en esta fecha el Día de los Diplomáticos?
La fecha se remonta a los tiempos de la formación del estado ruso, uno de cuyos primeros pasos de política exterior fue el envío de una misión diplomática rusa a Constantinopla en el año 838 y la apertura de una embajada rusa en el Reino de los francos en 839.
El tratado sellado en 860 con el Imperio Bizantino "Sobre la paz y el amor" se considera el acta de reconocimiento de la antigua Rusia como sujeto de relaciones internacionales. La fecha del 10 de febrero señala la primera vez que se menciona el Departamento de Embajadas, el precursor de la Cancillería de Rusia, creado por Iván IV de Rusia llamado Iván el Terrible en 1549.
Las palabras del canciller del Imperio Ruso Alexander Gorchakov son una especie de credo, que reflejan la quintaesencia de la diplomacia rusa: "No existen intereses tan diversos que no se puedan conciliar, trabajando celosamente en el espíritu de la justicia y la moderación".
¿Cómo ve el rol de la diplomacia rusa en el mundo actual?
Se ven amenazados los instrumentos jurídicos internacionales esenciales para garantizar la estabilidad estratégica, así como el sistema del control de armas.
Se abandona el principio de resolución de discrepancias mediante un diálogo pragmático y equitativo para favorecer las aspiraciones de algunos de los actores de las relaciones internacionales de imponer su voluntad mediante presión abierta, de reemplazar las normas universales internacionales establecidas por reglas coyunturales y artificiales.
A nivel regional se manifiestan riesgos cada vez más explosivos, que tienen gran posibilidad de provocar escenarios violentos. No disminuye la vigencia de la necesidad de combatir los nuevos retos, incluyendo el terrorismo, el narcotráfico, el crimen organizado, la seguridad informática y la ciberdelincuencia y el cambio climático.
En tales circunstancias Rusia pone como objetivo a su servicio diplomático la tarea de movilizar a la sociedad mundial para luchar de manera eficaz por un futuro en paz y la organización de una cooperación abarcativa para resolver juntos los problemas globales.
¿Cómo valora el papel de América Latina y de Uruguay en este escenario?
Consideramos que América Latina y el Caribe tienen un papel clave en este proceso como un factor que ejerce una influencia importante sobre los procesos globales. Anotamos con satisfacción la receptividad de los socios latinoamericanos a las iniciativas rusas en materia de política exterior, destacando el desarrollo general progresivo de nuestra interacción.
Nuestras relaciones bilaterales siempre se destacaron por confianza, comprensión mutua, actitud atenta a las preocupaciones de cada uno. Esperamos que mantengan la continuidad constructiva con el Gobierno entrante y se desarrollen aún más de forma pragmática en las esferas económica, comercial, de inversiones y cultural. La diplomacia rusa está plenamente enfocada a esto. Esperamos lo mismo de la parte uruguaya.