"Estonia mantiene la política de sanciones de la Unión Europea (...) no tiene nada que ver con la libertad de prensa, está relacionado con la protección de la defensa, con la defensa de Europa", dijo a Sputnik Reinsalu en los pasillos del foro internacional Raisina Dialogue celebrado en Nueva Delhi.
Agregó que Estonia no aplica estas medidas contra Sputnik sino que lo hace conforme a las sanciones personales impuestas contra Dmitri Kiseliov, director general de la agencia Rossiya Segodnya, matriz de Sputnik.
En diciembre, Rossiya Segodnya informó que los empleados de Sputnik en Estonia recibieron cartas del Departamento de Policía y la Guardia de Fronteras del país báltico con amenazas directas de iniciar un proceso penal en su contra si no dejan de trabajar para el medio antes del 1 de enero de 2020.
Como consecuencia, debido a las amenazas de persecución penal por parte de las autoridades de Estonia en virtud de un artículo que prevé hasta cinco años de prisión, los empleados de Sputnik Estonia se vieron obligados a discontinuar sus contratos laborales a partir del 1 de enero de 2020.
Las autoridades estonias justifican su exigencia con las sanciones impuestas por la UE el 17 de marzo de 2014 contra varias personas y entidades a la luz de los acontecimientos en Ucrania.
Por su parte, el representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa para la libertad de prensa, Harlem Désir, destacó que Sputnik no se encuentra en la lista de empresas rusas sancionadas por el bloque comunitario e instó a las autoridades estonias a que se abstengan de imponer restricciones innecesarias en el trabajo de los periodistas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, calificó el acoso a Sputnik Estonia como "una manifestación de cinismo", y la Cancillería rusa catalogó lo ocurrido de "persecución inaceptable".