"En este momento estamos asistiendo a un tsunami de casos, en particular de países de los que nunca hemos oído hablar antes", afirmó Kennedy en la entrevista, citado por la página web Today.it.
La mayoría de las denuncias de los abusos cometidos por los clérigos llega de Estados Unidos, Argentina, México, Chile, Italia y Polonia.
En la última década el número de los casos denunciados se cuadruplicó y hoy en día la Congregación para la Doctrina de la Fe no tiene bastante personal para elaborar toda la información que recibe.
El jefe de la Sección Disciplinar reconoció que "si no fuese un clérigo y tuviese un niño maltratado, probablemente dejaría de ir a la misa".
Sin embargo, "el Vaticano se comprometió a luchar contra los abusos y necesita sólo tiempo para estudiar todos los casos".
El 17 de diciembre la Santa Sede suprimió el secreto pontificio sobre los casos de abusos sexuales de menores cometidos por clérigos y alzó de los 14 a los 18 años la edad bajo la cual el clérigo incurre en el delito de pedopornografía.