El 21 de noviembre el líder ruso acusó a Estados Unidos de pretender contener el desarrollo de Rusia y de China mediante la aprobación de medidas a largo plazo, política que catalogó de "error muy grave" que mina también las bases de aquel que la ejerce.
Geng destacó que "desde hace cierto tiempo un grupo de países interfieren en los asuntos internos de otros Estados, aprobando de manera arbitraria sanciones, lo que influye considerablemente en el orden mundial existente y mina el actual sistema internacional".
"Esas acciones de hecho representan un gran error", recalcó el portavoz, añadiendo que tanto China como Rusia "son miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y grandes mercados en desarrollo".
"Ambos países pretenden garantizar su seguridad nacional y su soberanía nacional, proteger las normas básicas de las relaciones internacionales, votamos en contra de la política de acciones unilaterales, de persecución e injerencia, tenemos los mismos intereses y necesidades similares", aseguró el diplomático.
EEUU y China mantienen una guerra arancelaria desde junio de 2018, cuando el presidente de EEUU, Donald Trump, anunció la imposición de tarifas a productos chinos por 50.000 millones de dólares para equilibrar una balanza comercial desfavorable para su país.
Desde entonces, Washington y Pekín intercambiaron varias subidas de aranceles, al tiempo que negocian un acuerdo que ponga fin a su guerra comercial.
La península de Crimea se incorporó a Rusia tras el referéndum celebrado en marzo de 2014, en el que más del 96% de los votantes avaló esa opción.
Moscú respondió a las sanciones con un embargo alimentario y una política de sustitución de productos importados que permitió desarrollar considerablemente la agricultura nacional.