"Desde el inicio de la operación militar liderada por Turquía en el noreste de Siria el 9 de octubre, confirmamos una serie de incidentes que, hasta el 5 de noviembre, causaron la muerte de un total de 92 civiles", dijo Colville.
Las explosiones de dispositivos explosivos improvisados y proyectiles que permanecen en el territorio donde opera Turquía dejaron otros 31 muertos, destacó Colville, y añadió que 12 civiles más fueron asesinados debido a las acciones de grupos armados kurdos.
"Recordamos a todas las partes del conflicto sobre su responsabilidad de proteger a los civiles y la necesidad de cumplir con sus obligaciones en virtud del derecho internacional", concluyó.
Turquía lanzó el 9 de octubre la operación Fuente de Paz en el noreste de Siria con el argumento de alejar a las milicias kurdas de su frontera y delimitar una "zona segura" para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen en su territorio.
Además, se estableció que las fuerzas de Rusia y Siria facilitarían el traslado de las facciones kurdas a una distancia de 30 kilómetros y que después comenzaría el patrullaje ruso-turco a 10 kilómetros de la frontera tanto en dirección este como oeste del área de la operación militar turca, aunque excluyendo la ciudad de Qamishli.
El 7 de noviembre, Rusia y Turquía realizaron el tercer patrullaje en el norte de Siria.