"El 15 de octubre 2019 la inspección revocó todos los permisos vigentes para la exportación de equipos y productos militares a Turquía", dice el comunicado.
Turquía comenzó el 9 de octubre una ofensiva en el noreste de Siria cuyos objetivos, según Ankara, son alejar a las milicias kurdas de la frontera turca y establecer en el noreste del país árabe una zona segura para acoger a los miles de refugiados sirios que permanecen hoy en el territorio turco.
La operación Fuente de Paz apunta contra las formaciones lideradas por los kurdos, entre ellas las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) y las milicias del Partido de la Unión Democrática (PYD) y Unidades de Protección Popular (YPG) que dominan el noreste sirio y a las que Ankara vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, considerado terrorista por Turquía).
Varios países europeos, entre ellos Alemania, Francia y la República Checa, ya suspendieron el suministro de armas a Turquía.
El Gobierno de Siria protestó por la ofensiva turca, denunciando que viola la integridad territorial y el derecho internacional.
A pesar de que Damasco no reconoce la autonomía kurda al este del río Éufrates, ni a su ala militar, las FDS, alcanzó un acuerdo con los kurdosirios para hacer frente a la ofensiva turca.