Los últimos estudios sobre contaminación del aire llevados a cabo por la OMS y mencionados durante la Conferencia de Acción Climática 2019 no son muy halagüeños: de media, una de cada ocho muertes son atribuibles a los efectos de la contaminación atmosférica, algo que supone en total siete millones de fallecimientos.
Bajo una iniciativa del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Coalición Clima y Aire Limpio para Reducir los Contaminantes Climáticos de Corta Vida (CCAC), 41 países, entre ellos varios de América Latina, se comprometieron a luchar contra la contaminación del aire y a tomar acciones para revertirla.
Perú es una de las naciones más perjudicadas por la polución. El drama que sufre la región de La Oroya, víctima de la radiación de plomo, está hoy en boca de todos.
Los países que forman parte de este acuerdo son relativamente pequeños y sus principales ingresos —al igual que la inmensa cantidad de basura— viene del sector turístico: diariamente las poblaciones de República Dominicana, Barbados y Guyana generan un 50% de desechos más que los países con un territorio más grande.