Este sábado el ministro de Estado de Asuntos Exteriores saudí, Adel al Jubeir, afirmó que los ataques contra las instalaciones petroleras en el reino fueron realizados desde Irán y no desde Yemen, sin ofrecer, sin embargo, testimonios algunos.
“En vez de acusaciones sin fundamento contra otros, el Gobierno de Arabia Saudí debería poner fin lo más pronto posible a la guerra devastadora en Yemen que no ha llevado nada más que asesinados de personas inocentes y destrucciones de ese país”, dice la declaración del portavoz d la Cancillería iraní, Abás Musaví.
El 14 de septiembre, las refinerías de la empresa Saudi Aramco, en las localidades de Abqaiq y Khurais, en el este de Arabia Saudí, fueron objeto de un ataque con drones y misiles reivindicado por las milicias yemeníes de los hutíes.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó a Irán de estar detrás de esos ataques; Teherán, por su parte, rechazó rotundamente las acusaciones.
También el Ministerio de Defensa de Arabia Saudí afirmó que Irán patrocinó los ataques.
Desde marzo de 2015, Arabia Saudí lidera una coalición contra los hutíes que luchan en Yemen contra el Gobierno del presidente Abdo Rabu Mansur Hadi.
Los hutíes advirtieron que seguirán atacando el territorio de Arabia Saudí hasta que el país cese sus operaciones bélicas en Yemen.