En una entrevista con Sputnik, Thayanni Ribeiro, trabajadora de la hacienda Guajuvira, explicó cómo empezó un incendio que el pasado 9 de septiembre consumió 30 de las 700 hectáreas de la propiedad.
"El matorral estaba muy seco, hace meses que no llueve… No sabemos cómo empezó, pero vimos cerca de la carretera un humo blanco muy fuerte y enseguida tomó una proporción muy grande; los chicos intentaron apagarlo con ramas, pero el fuego pasaba por encima de ellos, las lenguas de fuego saltaban por encima de los cables de la luz", explicó.
La hacienda Caimán, en la localidad de Miranda, se dedica al proyecto "Onçafari", de observación de jaguares en libertad, y más de 35.000 hectáreas de terreno fueron destruidas por el fuego.
Ribeiro lamentó que surjan voces que culpan a los propietarios de la región de calar fuego a los pastos, y subraya que la situación es algo diferente a la que se registra en la Amazonía.
De momento, las autoridades apuntan a negligencias causadas por el hombre (como los cigarrillos en las cunetas de las carreteras), pero también a fuegos intencionados causados por algunos terratenientes.
El estado de Mato Grosso do Sul decretó el 12 de septiembre el estado de emergencia por el fuego incontrolado en nueve municipios.
Informaciones del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE por su sigla en portugués) recogidas por la prensa local apuntan que en lo que va de 2019, el número de incendios se triplicó respecto al año pasado.
Entre el 1 de agosto y el 11 de septiembre hubo 6.301 focos de incendio, respecto a los 1.902 registrados en el mismo periodo de 2018.
Entre el 1 de enero y el 12 de septiembre se aplicaron multas por valor de 1,8 millones de reales (440.000 dólares), un 240 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado.
El Pantanal (que también abarca parte de Bolivia y de Paraguay) es la llanura inundada más grande del mundo y por su alta biodiversidad fue declarado reserva de la biosfera por la Unesco.