El Gobierno montenegrino decidió construir, para las Fuerzas Armadas, un polígono de tiro en el macizo montañoso en Sinjajevina, en el centro del país.
Los habitantes locales, una parte de la oposición y organizaciones no gubernamentales protestan al considerar que en el polígono se harán prácticas de tiro y se destruirán municiones de la OTAN, lo que dañará el medio ambiente, la agricultura y el turismo.
El 5 de agosto, el vice primer ministro de Montenegro Milutin Simovic aseguró que el "Ejército puede traer a Sinjajevina solamente lo que es útil para los ciudadanos".
En el Ejército montenegrino prestan servicio solo 1.950 efectivos y el único polígono militar que se encontraba cerca de la guarnición de Danilovgrad fue entregado a los civiles, privando a los militares de maniobras tácticas y prácticas de tiro.
"En Montenegro es muy pronunciada la división entre los partidarios de las autoridades que apoyan el proyecto de consolidación de la nación montenegrina y las personas que se consideran serbios", apuntó Rádich.
Relató que en la región de Sinjajevina vive la mayoría de los ciudadanos que se consideran serbios y que sintieron presión por parte de las autoridades de Montenegro.
"Como resultado, fue formado un fuerte frente mediático y político contra la construcción del polígono en Sinjajevina", agregó el analista militar.
En junio de 2017 Montenegro se convirtió oficialmente en el miembro de la OTAN número 29. La gran mayoría de esa antigua república de Yugoslavia se pronunció en contra de la adhesión a la Alianza Atlántica y en el país se registraron actos de protesta.