"Decir que se pasa hambre en Brasil es una gran mentira; que hay gente que lo pasa mal, que no come bien, estoy de acuerdo, ahora, pasar hambre, no", comentó el presidente, según recoge el portal de noticias local G1.
Para el líder ultraderechista, decir que hay hambre en Brasil es un "discurso populista" para ganar simpatía popular, y consideró que la labor del Gobierno es facilitar la vida de los emprendedores, de quien quiere producir.
El presidente remarcó que en Brasil el suelo es apto prácticamente para cualquier plantío, y ligó el tema a la legislación ambiental brasileña, que criticó clasificándola como "psicosis ambiental".
En su opinión, el Gobierno no debe implicarse de forma activa en la lucha contra el hambre, porque el problema se resuelve por sí solo.
"Basta que las autoridades políticas, que nosotros del legislativo y del ejecutivo no pongamos obstáculos a nuestro pueblo y esas franjas de miseria por si solo acaban en Brasil, porque el suelo es muy rico para todo lo que puedas imaginar", añadió.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) divulgados el año pasado en base a datos de 2017, el 2,5% de la población brasileña se encuentra en grave situación alimentaria.
Más de 5,2 millones de brasileños pasaron un día entero o más días sin consumir alimentos a lo largo del día.