Aunque en Odesa, ciudad natal de Shkliaruk, haya una placa conmemorativa en la casa donde vivió y una calle con su nombre, este héroe soviético, así como la proeza que puso punto final a su vida el 6 de junio de 1966, son poco conocidos en los días de hoy.
El 6 de junio de 1966, el piloto acabara de despegar, cuando el motor de su avión L-29 falló a una altura de 300 metros. Shkliaruk tenía la opción de eyectarse y salvarse, pero en ese caso la aeronave podría haber colisionado contra un puente ferroviario de extrema importancia para la región o contra una terminal petrolera.
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Ценой своей жизни курсант Павел Шклярук предотвратил катастрофу. 24 секунды его полета стали подвигом в 20 лет. pic.twitter.com/JDqGx04lc3
— Поисковый отряд УФССП (@Moskow150312) April 4, 2016
El joven entonces decidió planear en el Volga, pero en este momento una enorme embarcación navegaba por el río. Shkliaruk tomó probablemente la que fue la decisión más difícil de su vida y direccionó su aeronave bruscamente al fondo del río, evitando así una catástrofe con numerosas víctimas.
El vuelo duró un total de 24 segundos. Los buzos que trabajaron en el lugar del accidente solo pudieron encontrar las alas del avión. Los restos de la aeronave, así como el cuerpo del cadete nunca fueron hallados. Pavel Shkliaruk fue galardonado 'post mortem' con la Orden de la Estrella Roja. El acto heroico del joven soviético cumple 53 años hoy.