En mayo de 2018, el entonces presidente colombiano, Juan Manuel Santos, anunció el ingreso de Colombia a la OTAN como 'socio global'. Sin embargo, el país no estará obligado a participar en las operaciones militares de la alianza.
"Ninguno de estos países está ubicado en la región del Atlántico Norte. No obstante, todos mantienen en la medida de lo posible una estrecha cooperación militar con Washington, o simplemente son vasallos de EEUU, o de hecho todavía están ocupados por los estadounidenses", explica el periodista.
Mientras tanto, Colombia no es el único país suramericano que quiere unirse a la OTAN, continúa el autor.
El presidente de EEUU, Donald Trump, dejó en claro que estaba "considerando seriamente la membresía de Brasil en la Alianza Atlántica o alguna otra alianza formal con el país sudamericano".
Según el periodista, si Brasil y Colombia realmente se unen a la OTAN, pueden ser seguidos por otros países de América del Sur, cuyos Gobiernos colaboran estrechamente con Estados Unidos.
"Mientras los miembros europeos de la OTAN se concentran en su vecino oriental, Rusia, los integrantes latinoamericanos del bloque militar occidental podrían concentrarse en los países con Gobiernos de izquierda (Cuba, Venezuela, Nicaragua…) y emprender una intervención armada con la ayuda de EEUU", concluye Marco Meier.