"Serbia optó por ser militarmente neutral, y no nos convertiremos en un miembro de la OTAN, incluso si seguimos siendo el último país de Europa que no es miembro de la Alianza", dijo Vulin.
"Tomamos esta decisión porque nos bombardearon, pero antes que nada, porque nunca, por orden de otra persona, haremos a otras naciones lo que nos hicieron. Serbia eligió ser libre, Serbia eligió la neutralidad", dijo el ministro de Defensa.
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En el año 1999, la confrontación armada entre los albaneses y fuerzas serbias en la antigua provincia yugoslava de Kosovo derivó en numerosos muertos, violaciones de derechos humanos y crímenes de guerra.
El número exacto de víctimas se desconoce, pero las autoridades serbias indican que en los ataques de la Alianza perecieron 2.500 personas, incluidos 89 niños, y 12.500 personas resultaron heridas.
Los daños ocasionados al país ascienden a una suma que oscila entre los 30.000 y los 100.000 millones de dólares.