"La primera ministra está siguiendo al parecer un curso de acción que su propio adjunto describió de temerario la semana pasada", denunció Keir Starmer, ministro en la sombra de la salida de la UE.
"Como primera ministra no estoy dispuesta a retrasar el Brexit más allá del 30 de junio", declaró en los Comunes.
Para el exministro conservador George Osborne, que ahora dirige el vespertino londinense Evening Standard, el ultimátum de May es una velada declaración de su intención de dimitir si fracasa en su revisada misión.
"Nuestra segunda edición … May dice a los diputados que no será la primera ministra que retrasará el Brexit más allá de junio", tuitea Osborne junto a una imagen de la portada del periódico.
La dirigente conservadora ha reafirmado también su intención de someter nuevamente a voto el acuerdo del Brexit, que la Cámara rechazó por 230 votos en enero y por 149 este mes.
"Theresa May está desesperada por imponer una vez más una elección binaria entre su acuerdo y [el Brexit] sin acuerdo, pese a que el Parlamento rechazó claramente ambas opciones la semana pasada", denunció Starmer.
La propia May dejó abierta la opción de un retraso más largo del Brexit si no obtenía luz verde de la Cámara a su plan del Brexit para este 20 de marzo, según recordó Starmer al introducir su moción.
Radio: "El Brexit deja fracturada a la sociedad británica"
A su vez, el líder laborista, Jeremy Corbyn, acusó a la premier de crear "crisis, caos y división" y de orquestar una "campaña de chantaje, intimidación y soborno" de parlamentarios de casi todos los partidos en esta fase del proceso del Brexit.
"Su acuerdo no es más que un perjudicial fracaso nacional y debe ser rechazado", clamó Corbyn en los Comunes.
El dirigente laborista ha abierto conversaciones con europeístas de distintos partidos, incluido el conservador, en busca de puntos comunes de un Brexit suave y más cercano a la UE que el propuesto por May.