"Tres de cada cuatro entrevistados (77%) rechazan la transferencia de las islas del sur a Japón", acorde a la encuesta que se llevó a cabo a finales de noviembre pasado mediante entrevistas telefónicas a 1.600 personas mayores de 18 años.
Los que se oponen al traspaso alegan ante todo que "el asunto está resuelto, las islas pertenecen a Rusia" (29%); uno de cada diez sostiene que "hemos recuperado estas islas durante la guerra".
Los partidarios de continuar el proceso negociador el tiempo que sea necesario para lograr una solución aceptable para las dos partes, pasaron del 35% en 2009 al 51% en 2018. El 13% de los entrevistados sugieren firmar el tratado de paz cuanto antes, aunque pueda vulnerar los intereses de Rusia, y un grupo igual de minoritario recomienda abandonar las conversaciones.
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En noviembre de 2018, el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, quedaron en impulsar las negociaciones sobre el tratado de paz en base a la declaración soviético-japonesa de 1956, el único documento reconocido por ambas partes.
En una reunión paralela a la cumbre del G20 en Buenos Aires, en diciembre pasado, el mandatario ruso y el primer ministro japonés dispusieron establecer un mecanismo de consultas sobre el tratado de paz, bajo supervisión de los ministros de Exteriores.
Japón se escuda en el Tratado Bilateral de Comercio y Fronteras que firmó con Rusia el 7 de febrero de 1855.
Moscú, a su vez, subraya que esos territorios fueron traspasados a la Unión Soviética por acuerdos internacionales al término de la II Guerra Mundial y que Rusia asumió la soberanía de dichos territorios como sucesora legal de la URSS.