La familia, que comenzó a hacer negocios en Viena alrededor de 1815, vendió su último pedazo de tierra austriaca.
El bosque, unas 20 veces más grande que el Parque Central de Nueva York, forma parte de una propiedad que el barón Albert von Rothschild compró en 1875. Los nazis se apoderaron del terreno después de que Alemania ocupara Austria en 1938, y fue parcialmente devuelta a la familia después de la Segunda Guerra Mundial.
La historia de la familia en Austria
A principios del siglo XIX, Mayer Amschel Rothschild, asentado en Fráncfort, envió a sus cinco hijos a varias capitales de toda Europa para hacer negocios con gobiernos con problemas de liquidez que se ocupaban de la construcción de ferrocarriles, las revoluciones y las guerras, ya que estas ocupaciones exigían mucho dinero.
Salomon Rothschild comenzó a hacer negocios en Viena alrededor de 1815, y la familia se convirtió rápidamente en el mayor financista del imperio de los Habsburgo invirtiendo en ferrocarriles y construcciones con hierro, y además llegó a ser el mayor terrateniente del país. La familia se volvió indispensable para el emperador.
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Pero la situación cambió drásticamente con la crisis económica mundial de los años 1930, cuando el banco familiar Creditanstalt se derrumbó y tuvo que ser absorbido por el Estado. Un golpe aún más violento se produjo cuando los nazis ocuparon Austria y expropiaron los bienes de la familia.
Cord Prinzhorn, quien compró la propiedad en cuestión, reunirá los dos bosques familiares. El bosque que ha comprado más recientemente está lleno de cabañas históricas que fueron construidas hace unos 120 años, y se encuentra en una de las zonas más populares de senderismo, pesca y naturaleza de las afueras de Viena.
Prinzhorn prometió preservar los edificios históricos y mantener las tierras como espacios para los animales y para que la gente pueda caminar, pescar o simplemente disfrutar al aire libre.