"Estamos seguros de que en un proceso de reflexión que tendrán los propios trabajadores se darán cuenta de que esta medida [el bono extra pagadero en plazos y en especie] va con los objetivos de la COB [Central Obrera Boliviana] de favorecer a los que menos ganan", dijo el ministro de la Presidencia, Alfredo Rada, en una declaración a la prensa.
El ultimátum de la COB, lanzado en la noche del 13 de diciembre en una reunión nacional de dirigentes, incluyó la amenaza de exigir la renuncia de los ministros de Trabajo, de Economía y de Planificación si el Gobierno no accedía a anular el reglamento de pago diferido del aguinaldo adicional aprobado esta semana.
"La posición adoptada por la COB en torno al segundo aguinaldo nos parece equivocada, lo decimos con respeto, como quien se dirige de compañero a compañero, de hermano a hermano", dijo Rada, sin aceptar preguntas y pareciendo elegir cuidadosamente sus palabras.
Tras largas negociaciones con la COB y la Confederación de Empresarios, el Gobierno dispuso que el bono extraordinario de este año beneficie solo a los asalariados que ganan menos de 15.000 bolivianos (2.155 dólares) mensuales, lo que excluye a jerarcas de la administración y del sector privado.
El reglamento aprobado autoriza también que hasta el 15% del beneficio sea pagado en productos nacionales y el saldo en efectivo en cuotas hasta fines de marzo de 2019.
"Exigimos el pago total en efectivo y de inmediato. Si hasta el lunes [el 17 de diciembre] no se anula el reglamento que ha salido, pediremos la renuncia de los tres ministros responsables", dijo el líder de la COB, Juan Carlos Huarachi, al dar cuenta de la resolución sindical del 13 de diciembre, según reportaron medios locales.
Sin dar señas de que el Gobierno esté dispuesto a revisar la forma de pago del segundo aguinaldo, Rada advirtió que este beneficio debe ser pagado "obligatoriamente" tanto por el sector público como por las empresas privadas.
Añadió que todas las empresas debían haber tomado previsiones para el pago del beneficio desde que a principios de año se proyectó un crecimiento económico mayor al 4,5%.