"Estoy de acuerdo en que tenemos que debatir el manejo de lo migratorio en nuestro país", indicó Macri durante una rueda de prensa desde la ciudad de Río Cuarto, en la provincia de Córdoba (centro), al ser consultado sobre si habría que endurecer las leyes migratorias en Argentina.
"En esta Argentina que madura todo debe ser debatido, no tenemos que tener miedo", señaló.
Macri presumió de que Argentina es de "una generosidad absoluta" con los migrantes, pero insistió en analizar las condiciones que imponen otras naciones, porque "si no parece que [el país] es demasiado generoso y abierto frente a otras realidades".
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El Gobierno plantea "como eje que queremos gente con la vocación de trabajar y de hacer su aporte", pero al mismo tiempo, "tratar de protegernos frente a otros que vienen con otro tipo de intenciones, que nos complican la existencia a todos", sostuvo.
"Tenemos que estar alerta, de qué manera nos vamos a manejar", añadió.
La ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, agregó a su lado que se están implementando acuerdos con otros países para que toda persona que tenga "causas abiertas o condenas en otros países no tengan posibilidad de ir a Argentina".
En enero de 2017 el presidente emitió un decreto de necesidad y urgencia que restringe las condiciones de permanencia e ingreso de extranjeros al país.
La resolución fue declarada inconstitucional por la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal en marzo de este año.
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El propio decreto y la ley de Migraciones sancionada en el Congreso en diciembre de 2003 prohíben la expulsión inmediata de inmigrantes, según advierten organismos de derechos humanos como el Centro de Estudios Legales y Sociales, Amnistía Internacional y la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes.