Durante la campaña electoral, Bolsonaro dio algunas declaraciones que dieron a entender que su Gobierno se alejará de organizaciones como el grupo de los BRICS que incluye Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica.
"El Gobierno de Bolsonaro aún no ha señalado cuáles serán sus líneas de política exterior, (…) hay mucha incertidumbre. Lo que se sabe es que el núcleo duro de poder del Bolsonaro tiene cierta resistencia a la política exterior del eje Sur-Sur —el intercambio de recursos, tecnología y conocimiento entre países en desarrollo, especialmente en América Latina y África—", dijo a Sputnik Diego Pautasso, profesor de Relaciones Internacionales y Geografía del Colegio Militar de Porto Alegre.
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Para Paulo Wrobel, profesor de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, las recientes elecciones "significan el realineamiento de fuerzas en Brasil".
"Me parece de hecho que va a haber un realineamiento de las relaciones de Brasil con el resto del mundo", comentó.
"El Gobierno tiene la intención de privatizar sectores de la economía y los chinos son grandes inversores. Yo creo que las relaciones con China van a mantenerse fuertes, pero con los demás países del BRICS, podrían ser bastante secas", opinó.
Wrobel, a su vez, no cree que desde el principio haya algún desprecio por parte de Brasil en relación al BRICS, pero también espera un cambio de enfoque, principalmente en relación a China.
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"Afirmaciones del presidente electo y de algunos miembros de su equipo dejan entender que Brasil debería diversificar un poco más su asociación comercial, ya que en los últimos años más de un tercio de todo lo que Brasil exportó fue a China", recordó. Por eso, es posible que China deje de ser su único socio importante.