Para empezar, quedarías expuesto a la radiación ionizante porque el planeta rojo está muy lejos de la Tierra. Podrían también surgir problemas cardiacos y óseos por la casi total ausencia de gravedad. Eso sin contar que en el espacio habrá que olvidarse de cambiarse la ropa interior, de lavarla y de ducharse.
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Durante tu viaje al planeta rojo, también podrían empeorar tus funciones mentales e, incluso, olvidarte de por qué habías ido. Sin olvidarte de que luego tocaría hacer el trayecto de vuelta a la Tierra.