Entre los productos fabricados en Brasil y exportados a países árabes hay armas ligeras, fusiles, artillería, misiles tierra-tierra y tierra-aire, entre otros. El problema mayor es que las informaciones detalladas acerca de las ventas de armas brasileñas son confidenciales, bajo la alegación de que se trata de un asunto que atañe a la seguridad nacional.
De acuerdo con un informe de septiembre de 2017, Brasil ocupó el tercer puesto entre los mayores exportadores de armas ligeras del mundo, por detrás únicamente de Estados Unidos e Italia.
En una entrevista con Sputnik, Jefferson Nascimento, abogado de la ONG Conectas Direitos Humanos, afirmó que Brasil es uno de los países con menos transparencia en relación a la exportación de armamento.
"El crecimiento de la venta a países árabes está relacionada con la dificultad enfrentada por esos países para comprar armas en otros mercados. La falta de transparencia en Brasil, incluso cuando se trata de la venta de armas prohibidas por tratados internacionales, es vista como una forma de ventaja competitiva", consideró el activista.
"Lo más preocupante es que no tenemos informaciones acerca de los criterios analizados antes de que el Gobierno autorice a una empresa brasileña a vender esa clase de armas a otro país", subrayó.
De acuerdo con Nascimento, en 2017, la exportación de armas brasileñas a Arabia Saudí creció un 202%; a Marruecos, en un 119%; a Omán, en un 719%; y a Bahréin, en un 829%.