Las autoridades sirias van adaptándose a la nueva situación improvisando soluciones rápidas mientras tratan de restaurar los dañados equipamientos públicos, como por ejemplo, los hospitales —muchos de los cuales siguen sin funcionar—.
Ante esta situación, la solución temporal son los hospitales móviles. Varias ambulancias con médicos de diferentes especialidades se mueven por Guta Oriental para atender las necesidades de la población, ofreciendo consultas y repartiendo medicamentos:
No obstante, todavía queda mucho por hacer antes de que la situación se aproxime a lo que se puede considerar normal. En febrero de 2018, tanto Siria como Rusia y las organizaciones internacionales calificaron la situación humanitaria en Guta Oriental como "crítica".
Sin embargo, con el final de las hostilidades, llegará también el momento de restaurar y reactivar las infraestructuras básicas y reconstruir los edificios dañados por el paso de la guerra.