"La decisión del Parlamento [moldavo] del 21 de julio de 2017 que supone la retirada de las tropas rusas del territorio de Transnistria y el reemplazo de la misión de paz con otra misión civil (…) es absolutamente inaceptable para nosotros", dijo el presidente en una reunión con el presidente del Comité para Asuntos Internacionales del Consejo de Federación (Senado ruso), Konstantín Kosachov.
El 22 de septiembre el primer ministro moldavo, Pavel Filip, en su discurso en la Asamblea General de la ONU insistió en la retirada del contingente ruso que permanece en Transnistria desde hace 25 años y es sucesor del 14 Ejército, que pasó bajo la jurisdicción de Rusia tras la desintegración de la Unión Soviética.
Las principales tareas de los militares rusos consisten en mantener la paz y vigilar los depósitos con municiones.
Actualmente Transnistria, con un 60% de habitantes de origen ruso y ucraniano, representa un territorio fuera del control de Chisinau, con todos los atributos de un Estado, incluida una moneda propia.